domingo, 18 de noviembre de 2012

Para unos es el cielo, para otros el infierno.

Sabía que nada sería fácil que todos los malos momentos tendrían sus recompensas, sabría que no estaría en un camino de flores, que no llevaría zapatos dorados, y que nadie me regalaría nada. Pero aún con todo eso decidí seguir el duro camino que me esperaba por delante, y me di cuenta de que si las personas tenemos los ojos en la cara, es para mirar hacia delante, es para que no pares por nadie, para que cumplas tus sueños, y aunque muchas veces esos sueños se vuelvan infierno, cuando los consigas, cuando toques esa meta con los dedos de las manos, serás consciente en todos los aspectos de tu vida que cada una de las llamas del infierno que pisaste, cada una de las cicatrices que tienes valió la pena.

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