domingo, 25 de agosto de 2013
viernes, 23 de agosto de 2013
Estamos sujetos a expectativas que no se cumplen.
Estamos
condicionados por el simple hecho de creer
que la mayoría de la gente responde a nuestras expectativas, y se nos
olvida lo básico cada persona es un mundo…
Yo
siempre di lo mejor de mí, procuré no decepcionar, y siempre estuve con los de
siempre, con los que traté como hermanos, con los que procuré no fallar nunca y
ahora me toca a mí. En realidad no fallé y si lo hice.. bueno eso ya ni lo sé,
pensé que las palabras serían un arma cuando la gente me fallase y aquí estoy
hoy demostrando que no soy rencorosa, y que sé perdonar, pero a veces me atormenta
el recuerdo de todo lo malo, es como si me absorbiese todo lo malo como si en
alguna parte de mi ser no hubiese sido capaz de perdonarlo.
Mis
altas expectativas sobre la gente y sobre lo que considero respeto se han ido
disolviendo poco a poco en mi cabeza, y no sólo ahí sino que han ido pasando a
mis actos. No me siento sola, sé que tengo gente buena a mi lado lo que pasa es
que ya no confío en nadie ni si quiera en mi misma, a veces cuando alguien me
dice que le guarde un secreto me acojono porque no sé si seré capaz, tanta
gente, en quien confíe mis peores errores o mis mayores miedos, me fallaron, y
ya no sé si el problema soy yo o ellos..
miércoles, 21 de agosto de 2013
Me pidieron que escribiese, y escribí.
Debo contar lo que siento, desde siempre he tenido una especial facilidad con ello, se podría decir que soy una persona expresiva, pero ¿hasta que punto? Si ahora que busco las preguntas no encuentro las respuestas..
Dejen que me explique, es como cuando dices tengo algo en la punta de la lengua, tú sabes y estás seguro de lo que quieres decir, de que lo sabes pero en realidad algo te impide decirlo.
No sé que tienen las palabras no se si es nuestra lustrosa racionalidad o nuestro miedo a ser como los demás lo que nos hizo crearlas, pero aquí tenéis nuestra faceta más humana, en todas nuestras virtudes, en todos nuestros miedos, en nuestras cagadas y en nuestros sueños, en todo ello se encuentran las palabras, nuestra más humilde arma y la que menos usamos, por la misma por la que matamos y dejamos vivir por aquello de 'Dí tus últimas palabras a ver si me convences'.Es aquello que nos hace sentirnos superiores, como si fuésemos los únicos que pudiésemos convencer al de al lado, como si todo lo malo que pasase se pudiese solucionar con apenas un par de palabras. Como si todas nuestras apuestas las jugásemos a ciegas, como si el peor de nuestros problemas fuese perder la comunicación con el mundo, cuando en verdad lo peor que nos pasa es temernos unos a otros por lo mismo, por el simple hecho de hablar.
Dejen que me explique, es como cuando dices tengo algo en la punta de la lengua, tú sabes y estás seguro de lo que quieres decir, de que lo sabes pero en realidad algo te impide decirlo.
No sé que tienen las palabras no se si es nuestra lustrosa racionalidad o nuestro miedo a ser como los demás lo que nos hizo crearlas, pero aquí tenéis nuestra faceta más humana, en todas nuestras virtudes, en todos nuestros miedos, en nuestras cagadas y en nuestros sueños, en todo ello se encuentran las palabras, nuestra más humilde arma y la que menos usamos, por la misma por la que matamos y dejamos vivir por aquello de 'Dí tus últimas palabras a ver si me convences'.Es aquello que nos hace sentirnos superiores, como si fuésemos los únicos que pudiésemos convencer al de al lado, como si todo lo malo que pasase se pudiese solucionar con apenas un par de palabras. Como si todas nuestras apuestas las jugásemos a ciegas, como si el peor de nuestros problemas fuese perder la comunicación con el mundo, cuando en verdad lo peor que nos pasa es temernos unos a otros por lo mismo, por el simple hecho de hablar.
Dime ciegamente, en quién confías, por quién darías tu vida.
Todo son expectativas.Todo es fugacidad. Nada es eterno, unos viene, otros vas. Y ¿contigo en el camino? muy pocos. Sólo los buenos, que a penas serán uno o dos, y eso si tienes suerte de encontrarlos.
He aprendido a lo largo de los años, que la amistad no es un don, ni un tesoro, es algo más complicado de entender, es un duro camino de decepción y sufrimiento. Al cabo del tiempo aprendes que nadie estará a tu lado que lo de más vale sólo que mal acompañado, no es un refrán sino un consuelo que todos buscamos para explicarnos porque no confiamos en el de al lado, o porque nos fallamos los unos a los otros, sin explicación.
He aprendido a lo largo de los años, que la amistad no es un don, ni un tesoro, es algo más complicado de entender, es un duro camino de decepción y sufrimiento. Al cabo del tiempo aprendes que nadie estará a tu lado que lo de más vale sólo que mal acompañado, no es un refrán sino un consuelo que todos buscamos para explicarnos porque no confiamos en el de al lado, o porque nos fallamos los unos a los otros, sin explicación.
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