domingo, 19 de octubre de 2014

''Sólo el que escribe, comprende, sólo el que ama lee''

La luna de parís sería capaz de engañar a cualquiera, y ella no iba a ser menos. Encontró bajo una farola, esperando entre la lluvia y sin paraguas, al amor de su vida que no era más allá que un cuaderno mojado, con un par de letras semiborradas. Separó sus duras tapas y comenzó a leer, parecía que aquellas historias estaban hechas a su medida, parecía que aquellas palabras eran, tan solo, la respuesta todas sus preguntas, incluso de aquellas que todavía no se había formulado.
Empezó a enamorarse de aquel cuadernito. Lo leía todas las noches, buscando más respuestas. Pero sólo hubo una a la que nunca a la que nunca recibió respuesta, ¿quién había sido la persona que lo había escrito?
Todas las noches pasaba por debajo de la farola, con la esperanza de encontrar al desesperado autor que había perdido su cuaderno, pero aquello nunca pasó, lo que si pasaron fueron los días, y con ellos, como por arte de magia, las semanas, y también los meses, y se volvió una costumbre, ver como el cuadernito pasaba las noches y los días en la mesita del fondo de la habitación, protegido por la lamparita verde y la curiosa taza de café donde se podían leer con claridad los labios de aquella lectora que cada día buscaba más respuestas.
Así, pasó el tiempo, hasta que llego a la última página, con miedo cerró el cuadernito, no quería que todas aquellas respuestas acabasen ahí, lo apoyó en la mesita de noche y esperó un par de minutos. Luego lo cogió de nuevo con miedo, con el deseo de que las hojas se hubiesen multiplicado, pero nada que ver, pasó de página, y comenzó a leer:


''Sólo el que escribe, comprende, sólo el que ama lee''

y no había nada más... se hundió en una brutal decepción no entendía nada, mejor dicho, no tenía preguntas para esa respuesta, y ya está, tras esas palabras su historia de amor se había acabado. Como en todas las historias de amor, quedó el recuerdo, ella, por consecuente, dejó de pasar por debajo de la farola, dejó de mirar las lunas de París -no quería más engaños- dejó de soñar con el escritor, dejó de entender, y sólo hizo una cosa... comenzó a escribir pues ya comprendía que el amor, no son casualidades.

viernes, 17 de octubre de 2014

Un beso sin amor. -Consecuencia

Sin duda la imagen más sincera del corazón más perdido es un beso sin amor. Me explico, el concepto de teoría-práctica se nos va de las manos, amamos a los que no lo merecen, envejecemos con quienes no queremos, no salimos al mundo, vivimos en una 'cueva', preferimos lo que ya tenemos, buscamos la comodidad. El poder sentar la cabeza y el poder aparentar que no existe un miedo real a lo que ocurre detrás de nosotros. Y no es así, -joder!- lo que quiero decir es que tener miedo no es malo, y sobre todo si hablamos del miedo a querer. 
Es compresible que nos asuste no tener una 'imagen fuerte', es compresible que nos aterre lo que la gente pueda pensar, no estamos hechos de hierro, el problema es que llegamos a tener demasiados sentimientos y muchos de ellos o están confundidos o directamente los crea la imaginación, y como había empezado hablando de los besos sin amor quiero explicarlos, no es que no haya amor es que ese amor, en general, es incierto, pensamos que lo necesitamos, que alguien nos quiera, sentirnos queridos. Pero en realidad todo lo que ocurre es que a veces hasta los sentimientos más insanos tienen ''un poquito de verdad'' y como nos da miedo sentirlo nos callamos poquito a poquito hasta que acabamos rompiéndonos en mil pedazos por dentro. Y al final comprendes que todos esos pedacitos, que todos esos besos sin amor lo único que consiguen es que el amor sepa siempre igual, a un deseo  inaudito de amar con amor de verdad.

viernes, 18 de octubre de 2013

LOCURAS DE PARÍS.

-¿Lo ves?
+¿El qué?
-Los globos, la torre Eiffel, las nubes, el cielo, el horizonte..
+Ah, pues no, no me había fijado.
-¿cómo no te vas a fijar? tenemos delante una de las estampas más bonitas del mundo, el cielo al que rasca la Torre Eiffel, los globos con los deseos que algún día alguien llegará a cumplir, el horizonte de los sueños, la falta de las fronteras, el camino a lo lejos.. 
+Lo siento, no, me había fijado, estaba contando los lunares de tu espalda al despertar, estaba midiendo tu cuello en besos, tu locura y mis sueños, perdona.. sólo me estaba enamorando.


domingo, 25 de agosto de 2013

Era como un libro abierto, pero escrito en otro idioma.

Parecía que al rato ya la conocías, pero te equivocas, terminar de conocerla no estaba en los planes de nadie que la conociese, era algo imposible como llegar de un salto a la luna o morderte el codo. Sin embargo, él tenía algo que a ella le atormentaba, no sabía si era su sonrisa o los besos o, tal vez, esa curiosa sensación de notar sus fríos pies al final de sus sábanas el caso es que algo había algo que no la dejaba dormir, a veces, sentía una respiración detrás de su espalda, incluso llegaba a sentir sus dedos revoloteando por su espalda como si él aún estuviese allí contando cada lunar de su espalda, pero luego recordaba que todo aquello se había acabado, ponía la mente en blanco y decía para sí misma que ' una noche no cambiaría su vida', que ' un te quiero no estaba en sus planes todavía', y al final, habiendo amenazado al cabrón de su corazón se dió cuenta de que todo aquello que sentía era amor, que su búsqueda había acabado, que estaba firmando el prólogo de aquel libro que había empezado, hacía ya algunos años.


viernes, 23 de agosto de 2013

Estamos sujetos a expectativas que no se cumplen.

Estamos condicionados por el simple hecho de creer  que la mayoría de la gente responde a nuestras expectativas, y se nos olvida lo básico cada persona es un mundo…
Yo siempre di lo mejor de mí, procuré no decepcionar, y siempre estuve con los de siempre, con los que traté como hermanos, con los que procuré no fallar nunca y ahora me toca a mí. En realidad no fallé y si lo hice.. bueno eso ya ni lo sé, pensé que las palabras serían un arma cuando la gente me fallase y aquí estoy hoy demostrando que no soy rencorosa, y que sé perdonar, pero a veces me atormenta el recuerdo de todo lo malo, es como si me absorbiese todo lo malo como si en alguna parte de mi ser no hubiese sido capaz de perdonarlo.

Mis altas expectativas sobre la gente y sobre lo que considero respeto se han ido disolviendo poco a poco en mi cabeza, y no sólo ahí sino que han ido pasando a mis actos. No me siento sola, sé que tengo gente buena a mi lado lo que pasa es que ya no confío en nadie ni si quiera en mi misma, a veces cuando alguien me dice que le guarde un secreto me acojono porque no sé si seré capaz, tanta gente, en quien confíe mis peores errores o mis mayores miedos, me fallaron, y ya no sé si el problema soy yo o ellos..

miércoles, 21 de agosto de 2013

Me pidieron que escribiese, y escribí.

Debo contar lo que siento, desde siempre he tenido una especial facilidad con ello, se podría decir que soy una persona expresiva, pero ¿hasta que punto? Si ahora que busco las preguntas no encuentro las respuestas..
Dejen que me explique, es como cuando dices tengo algo en la punta de la lengua, tú sabes y estás seguro de lo que quieres decir, de que lo sabes pero en realidad algo te impide decirlo.

No sé que tienen las palabras no se si es nuestra lustrosa racionalidad o nuestro miedo a ser como los demás lo que nos hizo crearlas, pero aquí tenéis nuestra faceta más humana, en todas nuestras virtudes, en todos nuestros miedos, en nuestras cagadas y en nuestros sueños, en todo ello se encuentran las palabras, nuestra más humilde arma y la que menos usamos, por la misma por la que matamos y dejamos vivir por aquello de 'Dí tus últimas palabras a ver si me convences'.Es aquello que nos hace sentirnos superiores, como si fuésemos los únicos que pudiésemos convencer al de al lado, como si todo lo malo que pasase se pudiese solucionar con apenas un par de palabras. Como si todas nuestras apuestas las jugásemos a ciegas, como si el peor de nuestros problemas fuese perder la comunicación con el mundo, cuando en verdad lo peor que nos pasa es temernos unos a otros por lo mismo, por el simple hecho de hablar.

Dime ciegamente, en quién confías, por quién darías tu vida.

Todo son expectativas.Todo es fugacidad. Nada es eterno, unos viene, otros vas. Y ¿contigo en el camino? muy pocos. Sólo los buenos, que a penas serán uno o dos, y eso si tienes suerte de encontrarlos.
He aprendido a lo largo de los años, que la amistad no es un don, ni un tesoro, es algo más complicado de entender, es un duro camino de decepción y sufrimiento. Al cabo del tiempo aprendes que nadie estará a tu lado que lo de más vale sólo que mal acompañado, no es un refrán sino un consuelo que todos buscamos para explicarnos porque no confiamos en el de al lado, o porque nos fallamos los unos a los otros, sin explicación.