domingo, 18 de noviembre de 2012

El frío llega, y las hojas lloran y tú no estás.

Acostumbraba a mirar desde la repisa de la ventana. Me encantaba ver las gotas caer, por mi ventana, disfrutaba viendo como ''ganaban'' las carreras. Adoraba salir con mis ''botitas de agua'' y pisotear cada charco. Disfrutaba con las regañinas de mis padres por mojarme.
Pero ahora ni la lluvia, ni la ventana, ni las botas de agua, ni las carreras de gotas de agua, nada. Nada me alegra. Ya no estás aquí, ya no tengo quien me sonría al entrar con los pies mojados, ya no tengo quien me acompañe con el paraguas hasta la puerta del coche o del trabajo, ya no tengo, y contigo se ha ido todo. 




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