domingo, 25 de agosto de 2013

Era como un libro abierto, pero escrito en otro idioma.

Parecía que al rato ya la conocías, pero te equivocas, terminar de conocerla no estaba en los planes de nadie que la conociese, era algo imposible como llegar de un salto a la luna o morderte el codo. Sin embargo, él tenía algo que a ella le atormentaba, no sabía si era su sonrisa o los besos o, tal vez, esa curiosa sensación de notar sus fríos pies al final de sus sábanas el caso es que algo había algo que no la dejaba dormir, a veces, sentía una respiración detrás de su espalda, incluso llegaba a sentir sus dedos revoloteando por su espalda como si él aún estuviese allí contando cada lunar de su espalda, pero luego recordaba que todo aquello se había acabado, ponía la mente en blanco y decía para sí misma que ' una noche no cambiaría su vida', que ' un te quiero no estaba en sus planes todavía', y al final, habiendo amenazado al cabrón de su corazón se dió cuenta de que todo aquello que sentía era amor, que su búsqueda había acabado, que estaba firmando el prólogo de aquel libro que había empezado, hacía ya algunos años.


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