viernes, 17 de octubre de 2014

Un beso sin amor. -Consecuencia

Sin duda la imagen más sincera del corazón más perdido es un beso sin amor. Me explico, el concepto de teoría-práctica se nos va de las manos, amamos a los que no lo merecen, envejecemos con quienes no queremos, no salimos al mundo, vivimos en una 'cueva', preferimos lo que ya tenemos, buscamos la comodidad. El poder sentar la cabeza y el poder aparentar que no existe un miedo real a lo que ocurre detrás de nosotros. Y no es así, -joder!- lo que quiero decir es que tener miedo no es malo, y sobre todo si hablamos del miedo a querer. 
Es compresible que nos asuste no tener una 'imagen fuerte', es compresible que nos aterre lo que la gente pueda pensar, no estamos hechos de hierro, el problema es que llegamos a tener demasiados sentimientos y muchos de ellos o están confundidos o directamente los crea la imaginación, y como había empezado hablando de los besos sin amor quiero explicarlos, no es que no haya amor es que ese amor, en general, es incierto, pensamos que lo necesitamos, que alguien nos quiera, sentirnos queridos. Pero en realidad todo lo que ocurre es que a veces hasta los sentimientos más insanos tienen ''un poquito de verdad'' y como nos da miedo sentirlo nos callamos poquito a poquito hasta que acabamos rompiéndonos en mil pedazos por dentro. Y al final comprendes que todos esos pedacitos, que todos esos besos sin amor lo único que consiguen es que el amor sepa siempre igual, a un deseo  inaudito de amar con amor de verdad.

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