lunes, 1 de julio de 2013

Vulnerable, deseable.. felicidad.

Como la heroína para el drogadicto, como el azúcar del diabético, como el sexo del ninfómano..
La necesidad de algo que te hace daño, de algo que te hunde pero a la vez consigue tu felicidad, aunque no duradera, pero en ese instante, siempre eterna.
Así ando yo, pero maldita mi vida que no me ofrece una droga, que no me ofrece una enfermedad, maldita mi vida que quiere que vuelva a amar, y yo lucho contra mi, contra lo inluchable, lucho contra mi otro yo..
Como si en esta batalla pudiese conseguir algo y se me olvida lo básico que mi contrincante conoce mejor que yo mis propios pasos..
No me quedan más opciones, viviré esta eterna aunque mísera y vulnerable felicidad, hasta que algo decida que corte con mis vicios.

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